A veces me resulta sorprendente cómo se extrapolan los resultados y conclusiones de un determinado estudio como reflejo de una realidad próxima a nosotros. Es cierto que, en ocasiones, algún estudio realizado por alguna consultora, por ejemplo, para el mercado estadounidense, pueda tener algunas enseñanzas o paralelismos con Europa o España pero afirmar que: las Pymes son perfectamente conscientes de la importancia de los canales digitales y cómo ignorarlos puede ser mortal para su negocio creo que es una aseveración no solo exagerada sino que realmente no responde a la realidad de nuestro entorno, nuestro marco geográfico, nuestra rutina diaria.
Personalmente trabajo con Pymes hoteleras y empresas turísticas y puedo asegurar que el grado de concienciación de la importancia de las plataformas digitales en su estrategia de marketing es mínima por no decir insuficiente, precaria o inexistente.
Y por otra parte es completamente lógico ya que este impacto de las TIC en su modelo de negocio les ha cogido por sorpresa, como a casi todos, y ahora toca adaptarse a fórmulas de marketing diferentes, especialmente no en su concepto pero sí en el uso y conocimiento de dichos canales digitales.
Partiendo de la base que la Organización 2.0 no es solo un referente tecnológico sino que va más allá del impacto en los organigramas tradicionales de nuestras empresas tocando de lleno a las personas, sería sensato reconocer que no por incrementar más nuestros presupuestos digitales vamos a conseguir mayor implicación de éstas, a no ser que dichos presupuestos vayan orientados a edificar una cultura de fondo, una filosofía latente en el seno de la organización cuyo principal protagonista sea cada persona, su aportación de conocimiento, la circulación de ideas, un eje inspirado en un cambio promovido por ese efecto tecnológico pero que no suma si no es con la implicación de las personas.
Y este es un concepto, la inteligencia colectiva que aún queda lejos para muchas de nuestras grandes empresas, estancadas todavía en la retórica del discurso fácil pero mucho más, de aquellas pymes que difícilmente afrontan su día a día ante la escasez de sus recursos técnicos, humanos o económicos.
Para que las Pymes en España tuvieran ese grado de conciencia deberían tener una mínima experiencia en esos canales digitales y hoy por hoy la flauta que suena tiene que ver más con la presencia, es decir, «cuando el río suena, agua lleva» y no con un porqué y una estrategia definida.
Creo, en definitiva, que deberíamos ser prudentes con los titulares, con afirmaciones tan categóricas, con tanto curso a precio de saldo porque, sinceramente, yo sigo encontrándome en las pymes prioridades mucho más urgentes y reales para sus expectativas de negocio que el desarrollo de un Plan de Marketing 2.0.
Y con ello no digo que no sea importante sino que creo que cada cosa tiene su sitio, su debido tiempo, que cada producto es diferente y aunque las necesidades pueden variar siempre han de seguir un escalado riguroso y coherente.
Porque incluso habrá quién hable a una Pyme de SoLoMo sin ni siquiera tener una web en condiciones.
Y eso sí que entraña conciencia y no me parece respetable.
Y tú, ¿ crees realmente que las Pymes son conscientes de la importancia de las redes sociales?
He realizado un estudio sobre el tema en el sector hotelero y las conclusiones a las que llego son muy similares. Puedes verlo en mi blog:
http://mellinas.es/hoteles-haciendolo-mal-en-redes-sociales/
Y este es el estudio científico en concreto:
http://www.investigacionesturisticas.es/iuit/article/view/109